La palabra emprendimiento proviene del francés entrepreneur (pionero), y se refiere a la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo adicional por alcanzar una meta u objetivo, siendo utilizada también para referirse a la persona que iniciaba una nueva empresa o proyecto, término que después fue aplicado a empresarios que fueron innovadores o agregaban valor a un producto o proceso ya existente.

 

Origen:

 

El emprendimiento tiene sus orígenes en el inicio de la historia de la humanidad, puesto que ésta en toda su historia ha luchado por superarse, por encontrar mejores formas de hacer las cosas y mejorar su calidad de vida.

  • El emprendimiento es algo innato en la humanidad, algo que siempre ha estado presente en el hombre, aunque claro está, el emprendimiento no se ha desarrollado en todos los hombres.
  • Quizás el emprendimiento ha sido la diferencia entre el hombre y los demás seres vivos, pues éstos últimos prácticamente no se han superado en miles de años, contrario al sorprendente progreso de la humanidad, y todo gracias el espíritu de emprender.

Cultura del Emprendimiento:

 

Es el conjunto de valores, creencias, ideologías, hábitos, costumbres y normas, que comparte un grupo de personas hacia el EMPRENDIMIENTO, que surgen en la interrelación social, los cuáles generan patrones de comportamiento colectivos y establece una identidad entre sus miembros y lo identifica y diferencia de otro grupo.

Formación para el Emprendimiento

 

La formación para el emprendimiento, busca el desarrollo de la cultura del emprendimiento con acciones basadas en la formación de competencias básicas, laborales, ciudadanas y empresariales dentro del sistema educativo formal y no formal y su articulación con el sector productivo.

 

Fomento a la cultura del emprendimiento:

 

 

Para fomentar la cultura del emprendimiento es preciso que se inicie un proceso desde los primeros años de vida de las personas.

  • Este proceso debe contemplar estrategias encaminadas a llevar a la persona al convencimiento que mediante la creación de proyectos productivos se puede a llegar a triunfar tanto personal como económicamente.
  • Lamentablemente nuestro sistema educativo se ha enfocado a formar empleados y asalariados más no empresarios. Y no solo el sistema educativo, también la misma estructura familiar y social llevan a las personas a ser empleados y no emprendedores.

 

No, hablar de emprendimiento abarca muchas otras cosas, y un ejemplo es que pudiéramos estarnos refiriendo a un emprendimiento social, el cual no es necesariamente empresarial. En este caso, para que entiendas más qué es emprendimiento empresarial, los emprendimientos sociales buscan principalmente un impacto en la sociedad, mientras que el empresarial busca un impacto en el mundo comercial, busca generar ingresos, etc. 

 

Ventajas del emprendimiento empresarial

 

Ya entendemos qué es el emprendimiento empresarial, es hora de conocer sus ventajas o beneficios. Y rápidamente quiero compartir algunos a continuación:

  • Es la base para que una nación se desarrolle.
  • Genera empleo.
  • Alcanzas el sueño de muchos ¡Ser tu propio jefe!
  • Puedes manejar mejor y deforma flexible tu tiempo.
  • Puedes tomar tus propias decisiones.
  • Ayuda a mantener el equilibrio de la economía:
  • Ofrece un producto que necesita la población.

Al ser ofertante contribuyes a que los precios bajen debido a la competencia, esto equilibra la economía. 

 

Este tema es tan importante que no solo existe la acción de emprender una empresa, sino que también existe el emprendimiento empresarial como asignatura o materia de estudio en las instituciones educativas, y podemos decir que es una materia que se plantea con el objetivo que el estudiante pueda desarrollarse de tal manera que tome una iniciativa a nivel empresarial aplicando cada uno de los conocimiento adquiridos.

Que exista esta asignatura es de mucho valor para una nación, ya que lo tradicional es que pensemos en lo futuros profesores, médicos, ingenieros, pero ¿Y los empresarios?. El emprendimiento empresarial debe estar en todas partes, aún cuando se sabe que los estudiantes quieren ser ingeniero, abogados, economistas o profesores, ya que eso no quiere decir que serán empleados ¡Ellos pueden tener sus propias instituciones y empresas donde ejerzan sus profesiones!

Así que, si lamentablemente en el país, estado, provincia e incluso institución (o la de tus hijos) no se toma en cuenta el emprendimiento empresarial puede hacerlo por su propia cuenta. Me refiero a que te eduques o enseñes a tus hijos lo que es emprender en este sector, y ellos decidirán más adelante si emprenden o no. Tal cual sucede en las escuelas que nos enseñan diversas materias, y luego somos nosotros los que decidimos que camino tomar ¡Pero no podemos cerrar la puerta al aprendizaje!

 

¿Cómo tener un emprendimiento empresarial?

 

No nos sirve de mucho saber qué es emprendimiento empresarial si no sabemos ponerlo en práctica. Es por esto que te quiero compartir algunos tips que te van ayudar:

  • Debes tener una idea de negocio. Para esto te ayuda mucho saber ¿Qué negocio te gustaría montar?
  • Analiza la rentabilidad de dicho negocio.
  • Diseña el modelo canvas de dicho negocio (Más información aquí)
  • Con el canvas tiene mucho adelantado, ahora solo queda cumplir con lo que allí haz establecido. Pero esto es solo para comenzar, porque en realidad hay muchas otras cosa que hacer, pero para comenzar está bien. Y para ampliar información te invito a ver el siguiente vídeo.

 

FUENTE: https://www.emprender-facil.com/es/que-es-emprendimiento-empresarial/ 

 

 

  1. La pasión del fundador es el pilar de cualquier emprendimiento, la gente inicia su proyecto a partir de una experiencia personal que está relacionada con un problema social. 
  2. s clave que el emprendedor tenga un plan de crecimiento ambicioso, pero no debe tratar de hacer todo al mismo tiempo. Es importante no perder el foco del proyecto y el para qué fue creado. 
  3. Es necesario para cualquier emprendimiento contar desde el principio con un modelo de negocio claro. Esto es lo que permite tener la ruta, el norte hacia donde debe encaminarse el proyecto y que sea sostenible en el tiempo. El éxito del mismo no depende solo de tener una buena idea. 
  4. Crear alianzas es también un elemento clave para apalancar recursos externos que permitan al emprendimiento tener éxito. Por ejemplo, contar con apoyo de instituciones, de fundaciones empresariales, de consultorías especializadas en medición de impacto. 
  5. El proyecto debe ser innovador, no implica que sea algo “nunca antes visto”, sino que en el contexto de su desarrollo sea realmente una solución para una problemática social o medio ambiental. 

 

Tecnología y producto o servicio: 

  1. ¿Cuál es el problema que resuelve tu tecnología, producto o servicio? Ésta es una de las más importantes. Se trata de explicar qué hace tu empresa, a qué se dedica, qué vende y si esta novedad viene a solucionar un problema de un determinado público o colectivo o responde a una demanda. Si no es así, la idea no sirve de mucho.
  2. ¿Cómo se resuelve ese problema sin tu producto? Debes explicar qué otras alternativas existen hasta ahora en el mercado para dar respuesta a esa necesidad.
  3. ¿Por qué merece la pena solventar ese problema con tu servicio? Es decir, hay que saber explicar qué diferencia a tu propuesta de las que ya existen en el mercado y por qué motivos habrá gente que prefiera tu propuesta a lo que ya hay.
  4. ¿Qué hace tu producto? Hay que describir con claridad y nitidez en qué consiste tu servicio o tecnología. Tan sencillo como qué hace.
  5. ¿Cuáles son las principales características y beneficios de tu servicio? En línea con la anterior pregunta, se trata de explicar cómo funciona nuestra propuesta, qué posibilidades ofrece, qué ventajas aporta a los usuarios o compradores frente a otras opciones, etcétera.
  6. ¿Cómo está protegido tu producto? Los inversores que han diseñado el certificado señalan que esta es una cuestión muy importante para ellos y que pocos emprendedores se la han planteado cuando les presentan sus proyectos. Si la idea está protegida frente a terceros: si existe alguna patente de por medio, si hay códigos guardados en el caso de las tecnologías, si puede ser fácilmente copiado por un competidor. Igual sucede con el registro de la marca y el dominio de Internet.
  7. ¿Cuáles son tus principales competidores? Hay que estudiar quién hace algo parecido, en qué situación se encuentra, si va adelantado o no. Aunque pueda parecer algo negativo, el hecho de que ya haya mercado, usuarios o compradores de algún producto o servicio similar puede demostrarle al inversor las posibilidades de éxito de tu idea.
  8. ¿Cuáles son los criterios de compra de los clientes? Hay que conocer cuáles son los factores y su peso en la toma de decisiones del público al que te quieres dirigir.
  9. ¿Cómo se compara con la solución de tus competidores? Si tu producto, servicio o tecnología es superior o inferior en términos de diseño, si está más avanzado o no tecnológicamente hablando o si es más o menos atractivo o seguro, por ejemplo. En definitiva, qué le hace mejor.

Márketing y ventas:

  1. ¿Cuál es tu mercado objetivo? Identificar cuál es el público y el territorio al que te diriges.
  2. ¿Cuál es su tamaño? Tienes que haber estudiado el número de personas o empresas que componen el mercado al que te diriges.
  3. ¿Cuál es el crecimiento esperado de tu mercado? Ésta es quizá la más importante de las tres primeras preguntas en el apartado de márketing y ventas. Si el mercado objetivo al que te diriges está creciendo o menguando y qué previsiones de futuro tiene.
  4. ¿Cuáles son los segmentos del mercado objetivo? Hay que identificar los diferentes tipos de colectivos que forman el mercado al que te diriges.
  5. ¿Quién paga el producto y por qué? También es muy importante diferenciar entre quién consume nuestro producto, servicio o tecnología, quién decide su uso o compra y quién lo paga, que dependiendo de la actividad pueden no ser los mismos.
  6. ¿Quiénes son los clientes actuales y cuál es el canal de venta? Cómo llegarás realmente a esos futuros usuarios o compradores.
  7. ¿Cuál es la estrategia y plan de expansión por segmento de cliente? No deben hacerse de forma general. Debe haber una para cada segmento del mercado objetivo.
  8. ¿Cuál es tu estrategia y plan de expansión geográfica? Dónde vas a lanzar tu producto o servicio y las siguientes ciudades, zonas o países a los que llegarás. No sólo dónde, también por qué: las razones.

Gestión y ejecución:

  1. ¿Quiénes son los fundadores? Es otra de las preguntas importantes. Cuál es tu bagaje: qué trabajos has tenido, qué puestos has ocupado, en qué empresas, qué otros proyectos has lanzado o si has participado en algún otro. Por ejemplo, un conocido business angel español valora a los emprendedores con MBA porque ha detectado que en las últimas grandes ventas de empresas en nuestro país sus promotores tenían una formación de este tipo en todos los casos menos en uno.
  2. ¿Quién más forma parte del management? Además de los impulsores o accionistas, qué otros directivos participan en la gestión de la empresa o tienes previsto que lo haga en el futuro, identificándolo con nombre y apellidos. Un business angel te puede decir que si nunca has dirigido a personas, cómo vas a hacerlo cuando cumplas tu plan de crecimiento y tengas 200 empleados. No tienes por qué hacerlo tú, puedes contratar a un ejecutivo. Has de tener previsto, identificado e incluso, a ser posible, apalabrado o comprometido quién va a ser.
  3. ¿Quiénes son tus asesores y socios actuales? Quién te asesora y en qué aspectos del negocio y cuáles son tus socios hasta ahora y qué te aportan además del capital. A veces los inversores aconsejan, incluso, regalar acciones a business angel de renombre interesados en un proyecto pero que no han invertido en él. Es una excelente carta de presentación ante otros financiadores.
  4. ¿Cuáles son los hitos más importantes conseguidos hasta la fecha? Qué es lo más importante que has logrado hasta el momento con tu proyecto, tanto si ya está en marcha como si no. Si tienes acuerdos firmados, estudios de mercado realizados, si has logrado préstamos bancarios, si ya generas ingresos o si has realizado otras ampliaciones de capital previamente.
  5. ¿Cuál es el estado actual de tu empresa y de tu producto o servicio? En caso de que ya esté puesta en marcha la compañía, cuál es su situación en ese momento: si ya está constituida, si has comprado dominios de Internet, si has registrado la marca, si hay en marcha una versión beta, etcétera. En qué porcentaje has desarrollado el proyecto y en cuánto tiempo estará listo lo que resta. Si no es así y sólo se trata de una idea, lo tendrás muy complicado para convencer a un inversor.
  6. ¿Cuál sería el roadmap de la empresa tras la inversión? Si finalmente te dan el dinero... ¿Cuáles son las siguientes cosas que vas a hacer con esa inyección de capital y cuáles los siguientes hitos a alcanzar por tu compañía?
  7. ¿Cuál es la estructura actual del accionariado? Quiénes son los socios de la empresa y qué porcentaje de propiedad tiene cada uno hasta ese momento.
  8. ¿Cuál es tu plantilla actual y tus previsiones de contratación? Tienes que analizar las necesidades de personal de tu firma en cada una de las fases del plan de crecimiento. Cuándo vas a contratar, para qué, cuánto te costará e, incluso, identifica a qué personas concretas incorporarás si se puedes concretarlo en este momento.
  9. ¿Cuál es la nacionalidad de la empresa y su estructura legal? Son cuestiones que los autores del certificado creen que pocos emprendedores se han planeado cuando se dirigen a un posible inversor. Que seas español no significa que tengas que crear tu empresa en nuestro país. Tienes que analizar dónde te conviene montarla y tener en cuenta importantes aspectos legales, como el pacto de socios, el tipo de sociedad que más te interesa, la forma en que se toman las decisiones, etcétera.

Financiación:

  1. ¿Cuál es el modelo de ingresos? Muy importante. Tienes que tenerlo definido claramente. Por ejemplo, a partir de unas determinadas ventas a un precio ya se gana un determinado porcentaje, etcétera.
  2. ¿Cuáles son los costes asociados y las necesidades de inversión? De qué gastos te puedes despligar en un momento dado y de cuáles no.
  3. ¿Cómo y cuándo se consigue el punto de equilibrio de la compañía? Es decir, el momento en el que durante tres meses seguidos se igualarán en el día a día de la compañía los ingresos y los costes. Algunos inversores huyen del manido "el primer año pierdo, el segundo empato y el tercero gano".
  4. ¿Cuáles son las posibles salidas para el inversor? Muy importante para los socios y poco tenido en cuenta por muchos emprendedores. La mayoría de las veces se constituyen sociedades limitadas (o anónimas también) que no cotizan en mercados bursátiles y, por tanto, si un inversor quiere abandonar y recuperar liquidez en un momento dado, sólo tiene la opción de vender su participación a otro socio o buscar un nuevo inversor. Hay que prever cuáles son las posibilidades de salida para él, si se van a repartir dividendos o no: cuándo y cuánto.
  5. ¿Quiénes son los compradores estratégicos para una posible venta de la empresa? Muchos inversores buscan el gran pelotazo que supone que una gran compañía, normalmente extranjera, adquiera la firma. Hay que identificar cuáles son las potenciales compradoras y huir de las típicas: Google o Facebook.
  6. ¿Cuáles han sido las ventas de firmas comparables a la tuya y a qué precios? Dónde y cuándo se han vendido proyectos similares al tuyo y por qué cantidades.
  7. ¿Cuál es la hoja de ruta de financiación de la empresa? Los autores aseguran que los emprendedores suelen pedir al inversor una cantidad, normalmente entre 200.000 y 300.000 euros, pero no han valorado bien su compañía.
  8. ¿Cuál es el método utilizado para valorar la firma? Si le vas a dar un porcentaje de acciones a cambio de su inversión, ¿cómo lo has calculado? ¿De dónde sale su porcentaje de propiedad?
  9. ¿A qué se va a destinar cada partida de inversión? Hay que desglosar cuánto se va a emplear en márketing, recursos humanos, desarrollos tecnológicos, etcétera.

FUENTE: http://www.expansion.com/2013/01/11/emprendedores-empleo/emprendimiento/1357928987.html

Como un elemento estructural en la organización empresarial, este es definido en el Código de Comercio como un conjunto de bienes organizados por el empresario para realizar los fines de la empresa. Una misma persona podrá tener varios establecimientos de comercio y, a su vez, un solo establecimiento de comercio podrá pertenecer a varias personas y destinarse al desarrollo de varias actividades. Sobre este particular, se observa que las sociedades comerciales pueden desarrollar los fines previstos en su objeto por intermedio de las siguientes clases de establecimientos: agencias o sucursales.

Establecimientos propiamente dichos. Para la Ley Comercial, el establecimiento de comercio está conformado por:

  • La enseña o nombre comercial y las marcas de productos y servicios.
  • Los derechos del empresario sobre las invenciones o creaciones industriales o artísticas, que se utilicen en las actividades del establecimiento.
  • Las mercancías en almacén o en proceso de elaboración, los créditos y los demás valores similares.
  • El mobiliario y las instalaciones.
  • Los contratos de arrendamiento y en caso de enajenación, el derecho al arrendamiento de los locales en los que funcionan, si son de propiedad del empresario; y las indemnizaciones que conforme a la ley, tenga el arrendatario.
  • El derecho a impedir la desviación de la clientela y a la protección de la fama comercial.
  • Los derechos y obligaciones mercantiles derivados de las actividades propias del establecimiento, siempre que no provengan de contratos celebrados exclusivamente en consideración al titular de dichos establecimientos.

FUENTE: https://www.ccb.org.co/Cree-su-empresa/Pasos-para-crear-empresa/Constituya-su-empresa-como-persona-natural-persona-juridica-o-establecimiento-de-comercio